Será el 13 de enero, y será en Bilbao. A algunos les parecerá que acabamos de empezar el año, pero, ¿no es acaso el tiempo algo relativo? No hay que ser precisamente Einstein para darse cuenta de que 13 días pueden ser demasiados, cuando se trata de que alguien ponga una nota de cordura en todo este desaguisado.
Y es que desde el pasado 30 de diciembre hemos visto mucho y oído demasiado, pero nadie se había parado a pensar en que lo que nos jugamos aquí es la Paz, y no ya la nuestra, sino la de aquellos que nos han de seguir a través de las generaciones.
Pues ha sido Ibarretxe, a quien tantos han tachado tantas veces de incompetente, de egoísta, de poco más que aliado de terroristas (aunque estas acusaciones, de tanto oirlas, están perdiendo ya la poca gracia que tenían), el que ha decidido convocar una manifestación popular, no contra ningún gobierno, no contra ningún partido, no contra ninguna idea, sino a favor de algo, a favor de lo más grande, a favor de la vida y de La Paz.
No sé dónde estaré el 13 de enero, dudo que esté en Bilbao, aunque nunca se puede descartar nada, pero esté donde esté, ese día, mi corazón estará con los vascos, con aquellos que buscan y anelhan la paz para sus hijos, la paz para su pueblo.
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